En español, contamos con una gran variedad de herramientas para expresar matices e ideas. La conjunción "aunque" es una de ellas ya que nos permite expresar concesiones, oposiciones y contrastes de manera sutil y precisa

Este tema es uno de los que los profesores de la Escuela Hablamos explican a lo largo de las clases de español para extranjeros de los niveles B1 y B2. Como es un tema importante, en el blog de hoy vamos a ver los usos de “aunque” con varios ejemplos. Toma papel y lápiz que empezamos.

Función principal: Concesión

El uso más común de “aunque” es introducir una concesión. En este primer caso, “aunque” se utiliza para presentar una idea que contrasta con la principal, sugiriendo que esta última sigue siendo válida a pesar de la primera. Un ejemplo de concesión será: Aunque estaba lloviendo, salí a correr.

Si analizamos la frase primero vemos un obstáculo, la lluvia, que hubiera podido impedir la acción de salir a correr, pero que al final no lo hizo. En este caso, la palabra “aunque” resalta que la acción ha podido ocurrir a pesar del obstáculo, resalta la resistencia.

"Aunque" con verbos en indicativo y subjuntivo

El verbo que sigue a “aunque” puede estar en indicativo o en subjuntivo. Esta elección depende de la intención del hablante y la certeza de la información presentada.
Indicativo: Se utiliza cuando la información introducida por “aunque” es considerada un hecho cierto. Ejemplo: Aunque tienes razón, no cambiaré de opinión.
Subjuntivo: Se emplea cuando la información es hipotética, dudosa o irrelevante para la validez de la segunda cláusula. Ejemplo: Aunque tenga razón, no cambiaré de opinión.

La diferencia entre estas dos construcciones reside en la percepción de certeza o incertidumbre que el hablante atribuye a la información introducida por “aunque”.

"Aunque" como conjunción contrastiva

También podemos usar la palabra “aunque” como conjunción contrastiva, presentando dos ideas en oposición o contraste directo: Aunque es caro, lo compraré. En esta ocasión, “aunque” está contrastando el hecho de que algo es caro con la decisión del sujeto de comprarlo de todos modos. En este caso, el hecho de comprarlo es lo que queda enfatizado a pesar del posible impedimento que se presenta al principio.

Matices y expresiones idiomáticas

El uso de “aunque” en español no se limita a su función gramatical; también está presente en varias expresiones idiomáticas y coloquiales. Algunas de estas expresiones incluyen:
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Aunque cueste un ojo de la cara.

Estas frases hechas utilizan “aunque” para introducir un elemento que, a pesar de ciertas condiciones, mantiene su esencia o implica un sacrificio significativo.

Consejos para el uso correcto de "aunque"

Para utilizar “aunque” bien, te recomendamos considerar el contexto y la intención comunicativa. Aquí hay algunos consejos prácticos:
1. Determina la certeza: Decide si la información que sigue a “aunque” es un hecho cierto (indicativo) o una posibilidad o hipótesis (subjuntivo).
2. Considera el contraste: Utiliza “aunque” para introducir contrastes que enriquezcan la comunicación y clarifiquen la relación entre las ideas.
3. Evita la redundancia: Asegúrate de que el uso de “aunque” agrega valor a la oración y no resulta en una repetición innecesaria de información.

“Aunque” es una conjunción poderosa en español que permite introducir concesiones, contrastes y oposiciones de manera matizada. Su correcto uso requiere una comprensión de las diferencias entre indicativo y subjuntivo, así como una apreciación de su función en el discurso. Si llegas a dominar el uso de “aunque”, conseguirás hablar español de forma más rica y precisa.

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