Si vienes a estudiar español en Madrid seguro que visitarás el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, o como le conocen todos los madrileños: el Reina Sofía
Este imprescindible museo de arte contemporáneo forma uno de los vértices del Triángulo del Arte junto con el Prado y el Thyssen-Bornemisza. Los estudiantes de Hablamos pudieron acudir al Reina Sofía en una de las actividades culturales que organizamos todos los viernes y disfrutar de obras tan importantes como El Guernica de Picasso, La Casa de la Palmera de Miró o La Tertulia del Café Pombo de Gutiérrez Solana.
Pero ¿alguna vez se habrán preguntado por la historia de este museo? ¡Vamos a verla!
Un hospital hecho museo
El edificio principal en el que se encuentra el Museo Reina Sofía es un gran edificio neoclásico del siglo XVIII diseñado por los arquitectos José de Hermosilla y Francisco Sabatini. A simple vista parece inacabado. Puede deberse a la falta de los adornos típicos de este periodo arquitectónico, pero esta falta obedece al uso inicial del edificio: un hospital.
El Hospital General de Madrid, fue un centro de beneficencia para gente sin recursos fundado en 1566 por Felipe II para centralizar todos los hospitales dispersos por la corte. Fue su sucesor, Carlos III quien decidió construir el edificio que hoy ocupa el museo para actualizar el Hospital General, que se estaba quedando pequeño. Tras este uso, este edificio pasó a ser sede de la Facultad de Medicina y después se utilizó como depósito de cadáveres.
Fue salvado de la demolición al ser declarado edificio protegido y, tras varias renovaciones, se convirtió en un museo que expusiese el arte español del siglo XX: El Reina Sofía.
Un museo de arte contemporáneo para Madrid
En 1980 comenzaron las renovaciones del edificio para convertirlo en el Centro de Arte Reina Sofía. En un principio solo había exposiciones temporales en la primera planta y por eso no recibió el nombre de Museo.
Las famosos ascensores de cristal, obra del arquitecto británico Ian Ritchie, se añadieron en una segunda renovación del edificio que abrió más plantas para exposiciones y estableció la entrada al edificio por la puerta por la que entramos actualmente.
Ahora sí, el centro de arte se ganó la categoría de Museo y el 10 de septiembre de 1992, Sus Majestades los Reyes D. Juan Carlos y Dña. Sofía inauguraban la primera Colección Permanente.
Años más tarde, debido a la afluencia de visitantes y a la necesidad de mayores espacios para la colección, se realizó una ampliación diseñada por el arquitecto Jean Nouvel. En este nuevo edificio, con su característico tejado rojo, puede consultarse libremente un gran biblioteca especializada en arte.
Si tienes curiosidad por saber cuáles son las obras más importantes de este museo, puedes visitar este post.
Una historia de fantasmas con desaparición incluida
Puede que sea por su antiguo uso como hospital y depósito que en el Reina Sofía se hayan escuchado voces de niños o se hayan visto figuras de monjas paseando por las salas. Pero sin duda la historia favorita de los madrileños es la de Ataúlfo, un fantasma que vive en las salas del Reina Sofía causando dolores de cabeza a los guardias de seguridad y al personal de limpieza. Muchos dejaron su trabajo cuando comenzaron a escuchar voces, sentir pasos o ver la figura de un hombre barbado en los pasillos.
Parece ser que a este fantasma le encanta El Guernica, pues es en su sala donde se le ha visto en numerosas ocasiones, sentado delante del cuadro como un visitante más. A Ataúlfo también se le atribuye la extraña desaparición de una gran escultura de hierro de 38 toneladas del artista Richard Serra.
No se sabe quién es Ataúlfo, pero en las últimas obras del Reina Sofía se encontraron los cuerpos momificados de tres monjas enterradas en la antigua capilla del hospital y que aún siguen enterradas bajo la puerta principal. ¿Serán ellas admiradoras de Miró?
¿Quieres conocer el Reina Sofía? Recuerda que podrás conocer más sobre este museo en las actividades culturales que ofrece Hablamos a todos los estudiantes de sus cursos de español. ¡Te esperamos!